Exposiciones futuras

JUAN DEL JUNCO
Ese gran trecho que -aun en vuelo- separa el secano de dos maresSala 8
Del 5 de abril al 28 de septiembre de 2025
La obra de Juan del Junco hunde sus raíces en la herencia de la fotografía conceptual de primera generación. Tras unos inicios en los que los flirteos con un tipo de imagen de corte esconográfico eran constantes, su trabajo se tornó más minimalista, en su fondo y en su forma. Eliminó el color y durante muchos años centró su atención en la ornitología, que vinculó con su propia biografía. Así, la paradoja entre lo conceptual y lo poético ha venido acompañando al artista hasta esta exposición, en la que ese lenguaje y ese sentir se expresan con especial nitidez en el espacio de la Sala 8, uno de los espacios más exigentes del museo. Ese gran trecho que -aun en vuelo- separa el secano de dos mares es un proyecto que el artista ha realizado ex profeso para esta exposición. Vincula un interés telúrico con la vida de su abuela, que nació en un pequeño pueblo de la provincia de Valladolid. Al mismo tiempo acude a diferentes hábitats de aves diversas, creando una suerte de mapa que permite recorrer la península desde lo emocional. Copas de álamos, nidos, tierra, arenas, playas, conchas…elementos asociados a lugares desde los que buscar y encontrar el sentido cotidiano de cigüeñas, gaviotas u oropéndolas conforman el ingente corpus fotográfico del artista. Su instalación en sala evocará el amplísimo catálogo de motivos que, siempre desde lo fotográfico, ha situado a Juan del Junco entre los fotógrafos más interesantes de nuestro país.

ES SÓLO UNA SENSACIÓN
Asociación Colección Arte ContemporáneoSalas 3, 4 y 5
Del 17 de mayo de 2025 al 18 de mayo de 2026
De entre todas las cosas que el año 2000 trajo consigo, para la ciudad y para nuestro museo hay una que tiene una especial relevancia. Se trata del acuerdo al que llegó el Ayuntamiento de Valladolid con los entonces responsables de la Asociación Colección Arte Contemporáneo por la que ésta quedaría depositada en lo que dos años después se convertiría en el Museo Patio Herreriano, que ocupa, como es sabido, los espacios del antiguo monasterio de San Benito el Real en torno a su claustro principal. Es solo una sensación es el título que hemos querido dar a esta nueva lectura de la colección. Tiene su razón de ser en los nuevos modos de plantear discursos en nuestro tiempo, alejados de la rotundidad y la solvencia que tradicionalmente se atribuye al relato unívoco. Lo que se propone en esta exposición es un recorrido fraguado a partir de insinuaciones, resonancias, ecos, sugerencias… Hay una voluntad de acogerse a la memoria como medio, de modo que la exposición pueda apelar a situaciones pasadas, más o menos recientes, y así ver el sentido del poso que deja en nosotros la experiencia acumulada, el recuerdo de una relación entre dos obras, un deje lejano entre otras. Si en los últimos montajes de la colección han predominado las miradas al arte de vanguardia, en esta ocasión serán obras realizadas en años no tan lejanos las que protagonizarán nuestro proyecto.

LUIS CRUZ HERNÁNDEZ
A la vida ávidaSalas 6 y 7
Del 7 de junio al 13 de octubre de 2025
Luis Cruz Hernández (Valladolid, 1950) presenta A la vida ávida, un recorrido de más de cincuenta años de producción pictórica y visual que, desarrollada entre el lenguaje de la figuración, la abstracción y el collage, compone un mundo plástico de gran riqueza material, definido por una búsqueda constante de la aventura, el riesgo, la experimentación y la ironía.
En esta retrospectiva, Cruz Hernández transita los caminos de la nueva figuración de las décadas de los setenta y ochenta hasta los grandes campos de color y formas orgánicas del neoexpresionismo abstracto que caracterizaron su trabajo en la década de los noventa, para así mudar con coherencia a terrenos metafóricos que se nutren de la metodología del collage: unir lo que está previamente separado o hacer convivir en el espacio pictórico aquello que por naturaleza resulta contradictorio. En este doble juego de apariencias y señuelos que esconden una realidad más profunda y enigmática, la obra de Luis Cruz Hernández evoca, entre muchas imágenes poéticas, los jardines epicúreos, la psicodelia brasileña, las villas pompeyanas, las tentaciones de los santos y la representación del mundo como un inmenso carnaval.