Poéticas de la abstracción
La abstracción tuvo un desarrollo también lÃrico en paralelo a las versiones más existencialistas y gestuales del informalismo, en autores que trabajaron fuera de nuestras fronteras, como Esteban Vicente o José Guerrero, en el núcleo ligado a la escuela de Cuenca (Rueda y Torner) o de forma independiente en Rà fols-Casamada y Mompó. Todos ellos parecen perseguir lo más esencial de la pintura, lo que les lleva a un proceso de exploración de sus elementos básicos.
El despliegue de grandes campos de color se convierte en el medio fundamental para crear espacio, lo genera y, a la vez, lo organiza, proponiendo una estructura de orden en la que predomina la sencillez y eficacia de la composición.
El resultado es de armonÃa y equilibrio entre los espacios creados, que actúan de forma autónoma y libre, pero donde las sugestiones cromáticas forman un sistema de relaciones que se llena de ecos y donde unas formas resuenan en otras. De este modo las obras proporcionan un enlace sensible entre los estados de ánimo y los elementos pictóricos: lÃnea, ritmo, espacio.