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Tinieblas

Fermín Aguayo

1948
Oleo sobre lienzo
Medidas: 58x65 cm
A.C.A.C. Técnicas Reunidas S.A.

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Procedencia:
Col. art., París / Gal. Jeanne Bucher, París / C.A.C.-Museo Patio Herreriano, Valladolid

Firma:
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Exposiciones:
1993 Aguayo 1947-1958, Gal. Jeanne Bucher, París

Bibiliografía:
Antes del informalismo. Arte español 1940-1958 en la C.A.C Cuaderno nº 4, Madrid, C.A.C., 1998, 30 cit.; Arte en España 1918-1994. Colección Arte Contemporáneo, Madrid, Alianza Editorial, 1995, 99, rep.c; Borrás, G. y Lomba, C. (eds.), Grupo Pórtico, cat., 1947-1952, cat., Zaragoza, Ministerio de Cultura y Diputación G. de Aragón, 1993, 36, rep. b/n; Bozal, V., Antes del informalismo. Arte español 1940-1958 en la C.A.C., Monografías de Arte Contemporáneo 1, M.N.C.A.R.S., Madrid, 1996, 36 cit; Museo Patio Herreriano. Arte Contemporáneo Español, Colección Arte Contemporáneo y Ayuntamiento, Valladolid, 2002, 127, rep.c

Comentario:
Aguayo fue uno de los miembros fundadores del Grupo Pórtico, creado en 1947 en Zaragoza en torno a una exposición en la librería Pórtico de la que tomaría el nombre. El núcleo inicial quedaría reducido más tarde al propio Aguayo, Santiago Lagunas y Eloy Laguardia. El grupo fue uno de los pioneros en adoptar la abstracción en una España anclada plenamente en la figuración, y a la que resultaban extrañas las innovaciones de los vanguardistas españoles que vivían en París. Sin embargo, en los años 1947-48 la abstracción se estaba abriendo camino por una parte en el grupo catalán de Dau al Set y por otro, en el Grupo Pórtico, ambos desligándose de una pintura figurativa pero concebida de manera diferente, porque Lagunas, Aguayo y Laguardia no procedían del surrealismo magicista que caracterizó los comienzos de Tàpies o August Puig. Pórtico fue presentado por otro artista pionero de la abstracción en España, Mathias Goeritz, que apuntó que las raíces del grupo estaban en Miró, Klee y Picasso. Este cuadro fue realizado por Aguayo en 1948, en una fase inicial del grupo que ha sido caracterizada como de "tanteos", y que para el propio Aguayo es de transición, ya que de ese mismo año datan obras figurativas. En el lienzo se propone un estudio del lenguaje pictórico desde una óptica constructiva derivada del cubismo tardío, pero al mismo tiempo con un fuerte componente expresionista en el gesto que impregnaba también sus obras figurativas. Destaca aquí la tensión entre el orden en la construcción de la composición, visible en las grandes líneas negras verticales, y el dinamismo del gesto en las perpendiculares más pequeñas que las interrumpen creando ritmos contrapuestos, la realización asimétrica e irregular, y las gruesas pinceladas y toques de espátula en grises, negro y blanco. Tinieblas es uno de los cuadros más graves del pintor, cuya reducida gama cromática no hace sino enfatizar su sentido dramático.

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