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Cristina Iglesias

1985
Cemento y hierro
Medidas: 25x150x25 cm
A.C.A.C. Banco Santander, S.A.

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Exposiciones:
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Bibiliografía:
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Comentario:
El año 1985 fue el de la primera exposición individual de Cristina Iglesias en la galería Juana de Aizpuru de Madrid. Su concepto de la escultura se ha desarrollado desde entonces a partir de dos factores esenciales: el diálogo con los materiales y la proyección de la obra en el sentido de una ampliación de su espacio poético. En esta pieza todavía predomina un sentido de concentración, evitando referencias a la naturaleza para optar por una forma generada desde el interior, un diálogo puramente plástico y lírico. Colgada de la pared, queda contenida, y aunque establece con ella una necesaria relación, todavía no es fundamental para la articulación de la obra. Cristina Iglesias emplea aquí placas de hierro y cemento coloreado, dado con la mano, describiendo con este material una especie de trazo expresivo. El cemento se concibe y utiliza como material sin forma, lleno de referencias primitivas y modernas al mismo tiempo: es amorfo, pero permite construir con él un edificio, y este carácter tectónico se irá abriendo paso en su escultura. El cemento puede ser empleado modelando, como si fuera barro, o creando planos limpios y rectos. El contraste entre lo informe del cemento, de textura rugosa que sugiere lo blando, y la geométrica y dura forma del hierro constituyen una metáfora de la dualidad señalada por la escultora entre "rigor e intuición libre". Además, el color interviene en la escultura desde su inicio: al mezclar pigmento con el cemento, se construye la forma a la par que el color, en un deseo por replantear la vieja tradición de colorear la escultura. Pero aquí el procedimiento no conduce a una policromía epidérmica, sino estructural.

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