Paisaje para Eugenia
María Gómez
1990
Acrílico sobre lienzo
Medidas: 185x185 cm
A.C.A.C. Fundación AON España
Procedencia:
Firma:
SIN FIRMAR
Exposiciones:
SIN EXPOSICIONES
Bibiliografía:
SIN BIBLIOGRAFÍA
Comentario:
Estos paisajes de María Gómez nos sitúan en escenarios imprecisos, distantes, de luz tamizada y crepuscular, en los que aparece un personaje cuya humanidad se transfigura en virtud de ese paisaje. El lugar, por más que pueda tener origen concreto -ya sea de Italia, Egipto o cualquier parte, pues María Gómez es una gran viajera- queda convertido en un "paisaje interior" de la memoria o la voluntad. Algunas alusiones más evidentes, como la palmera o el recodo de una carretera entre montañas, quedan sumidas en un ámbito ideal en el que las figuras parecen ensimismadas, estáticas, en una actitud contemplativa que más de una vez ha sido comparada con el paisajismo romántico alemán. El cuadro se desarrolla según una necesidad interior, siguiendo una lógica propia que es reflejo de la artista y a veces se rebela contra ella. De este modo, lo enigmático de sus personajes puede sobrecoger o, cuando menos, plantear un interrogante difícil de responder. Existe un vínculo entre esos personajes y el medio en el que se mueven. Envueltos en brumas grises y verdosas, sometidos a luces inciertas, el tono melancólico de las figuras parece resultado de su impregnación en el paisaje. Se trata de una correspondencia que la pintora definía como "una temperatura de fuera que es también una temperatura interior".