Indio
Manolo Quejido
1975
Acrílico sobre cartulina
Medidas: 100x72 cm
A.C.A.C. Bodegas Vega Sicilia, S.A.
Procedencia:
Firma:
SIN FIRMAR
Exposiciones:
SIN EXPOSICIONES
Bibiliografía:
SIN BIBLIOGRAFÍA
Comentario:
Tras unas intensas experiencias en el campo de la poesía visual, Manolo Quejido se orientó hacia la abstracción geométrica y los procesos cibernéticos del Centro de Cálculo de Madrid. Sin embargo, en 1974 se replantearía su lenguaje y optaría por una recuperación de la pintura, ámbito en el cual ya se había producido su primera exposición individual en Arteluz en 1966. El reencuentro con la pintura propició su incorporación, junto con Herminio Molero, al grupo de la "nueva figuración madrileña" en torno a la galería Amadís y a J. A. Aguirre. Esta cartulina pertenece a un conjunto de obras en pequeño formato que Quejido llevó a cabo entre 1974 y 1978, y que constituyen el llamado Taco. Ciento noventa y siete han sido catalogadas, aunque probablemente realizara muchas más. Después del segundo año de trabajo, Quejido las clasificó en series: Cabezas, Trampas, Cosas, Países, Retratos, Sitio y China. De carácter heterogéneo; de temática tan diversa como desbordante la imaginación del pintor, las cartulinas sólo tienen en común el formato y la técnica al acrílico. El resto es multiforme, producto de un proceso de liberación de un caudal expresivo y, sobre todo, de recuperación de una actitud ante la pintura. Matilde disimula un pensamiento, de 1974, sirve de cabecera de todo el Taco, que ha sido calificado de "diario íntimo" por J. M. Bonet y, en efecto, algo tiene de diario su detallada datación, que indica que fueron realizadas en una sola sesión. Las cartulinas fluían sin premeditación, pero la actitud que las hacía posibles era crítica, distanciada. Recuperar la pintura: sí, pero con una reflexión irónica sobre el mismo acto de pintar. El Taco supuso una zambullida en la pintura para verificar desde dentro si era o no posible.
