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Bodegón con violín y partitura

Ismael G. de la Serna


Técnica mixta sobre cartón
Medidas: 60x47 cm
Colección de Arte Contemporáneo Español de Naturgy

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Procedencia:
Col. artista / Col. particular, Barcelona / Gal. Guillermo de Osma, Madrid / C.A.C.-Museo Patio Herreriano, Valladolid

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Exposiciones:
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Bibiliografía:
Museo Patio Herreriano. Arte Contemporáneo Español, Colección Arte Contemporáneo y Ayuntamiento, Valladolid, 2002, 388, rep.c.

Comentario:
Granadino como sus amigos de infancia Federico García Lorca y Manuel Ángeles Ortiz, y nacido en el mismo año que el poeta y los pintores Alfonso de Olivares, Francisco Bores, Joaquín Peinado y Pancho Cossío -también representados en esta Colección- Ismael G. de la Serna formó parte como ellos, del grupo de pintores españoles que se instalaron en París. La llamada "Escuela de París" designaba en realidad varias oleadas de artistas españoles que habían optado por instalarse en la capital francesa desde los primeros años del siglo. La generación a la que pertenece De la Serna desarrolló su obra en los años veinte y treinta, en la estela de la muy influyente pintura de Picasso y Juan Gris. Tras sus primeros estudios artísticos en Granada, De la Serna llegó a Madrid en 1916, donde entró en contacto con los grandes maestros del Museo del Prado realizando copias, como haría más tarde en el Museo del Louvre. En 1921 se instaló definitivamente en París, y solo regresó a España en algunas breves ocasiones antes de la guerra civil. Este aprendizaje a través de la copia de los artistas del pasado, sumado a sus estudios iniciales, modeló en cierto modo su pintura, ligándola al mismo tiempo a la tradición de los museos, y a la modernidad de la vanguardia parisina. En años sucesivos su pintura oscilaría entre la figuración, el cubismo y el surrealismo. A partir de 1927 De la Serna descubrió a Picasso, Braque y Juan Gris, adoptando la descomposición formal del cubismo sintético. El galerista Paul Guillaume le organizó una exposición en 1928 que recibió el apoyo de Picasso y de los críticos Tériade y Zervos. Bodegón con violín y partitura pertenece a ese periodo cubista de despegue de su obra. La composición contiene elementos típicos de los bodegones cubistas y está presidida por el instrumento musical que ocupa la diagonal del cuadro, en el que finge el veteado de la madera mediante trazos ágiles de pincel. La partitura, el frutero y la mesa se despliegan a su alrededor sobre un fondo negro que confiere a la imagen intensos contrastes tonales a partir del cromatismo de los pardos y sobre todo los blancos de los objetos. Destaca el tratamiento del frutero con el blanco casi traslúcido sobre el fondo oscuro. Con negro contornea los objetos, y el color luminoso y cierto sentido ornamental proceden de la técnica del collage de papeles de aguas cuidadosamente recortados que ya utilizó De la Serna en cuadros fechados en 1928, como Vat 69 y Bodegón y regaliz. La técnica fue siempre para el pintor un elemento importante y expresivo en sí mismo: "me interesa mucho la técnica, por eso busco y rebusco. Hago una cantidad de cosas distintas y las hago como un brujo, con tormento sincero... A veces preparo telas como se hacía en la escuela de Sevilla, siete colas como siete pecados capitales. Y como buen andaluz, siento curiosidad por todo". CB

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