Todo se parece a algo (1955-56) Este conjunto lo constituyen diecinueve dibujos realizados en 1955 y directamente relacionados con las esculturas que Ferrant expuso en la barcelonesa galerÃa Syra en 1957. Bajo el tÃtulo de Todo se parece a algo, Ferrant mostró treinta y un dibujos y veinticuatro esculturas, y fue una exposición que cerró un ciclo en su obra. Recuperado del grave accidente sufrido tres años antes, sólo vivirÃa hasta 1961, pero su escultura llegó a alcanzar en esta su última etapa una gran plenitud. Syra puede verse como un compendio y resumen de sus ideas escultóricas, tras el cual su obra adquirirÃa no solo un nuevo material: el hierro, sino también un nuevo concepto formal. La elección del tÃtulo de la exposición aludÃa a ideas que el artista habÃa expuesto en un libro publicado en 1952, La esencia humana de las formas. Para Ferrant el mundo de las cosas, tanto naturales como fabricadas por el hombre, guarda un parentesco universal en sus formas: un parentesco que es, al fin y al cabo, la vocación de la forma humana. Lo humanizado respira a través de cualquier cosa, hasta los objetos más simples poseen ciertos rasgos por los cuales los interpretamos como figuras. Según este planteamiento, Ferrant invita a encontrar una "esencia humana" incluso a través de obras sometidas a una deformación surrealizante, reducidas a una geometrÃa orgánica, con aspecto de objeto utilitario o con apariencia de abstracción. Los dibujos preparatorios para las esculturas de Syra estudian figuras únicas. Algunas poseen el aspecto de tótems de estricta verticalidad; otras repasan de nuevo aquellas estructuras de hilos y piezas compactas y algunas inician la escultura en hierro que Ferrant abordará prácticamente en exclusiva durante sus últimos años. C. B. Ver obras de Todo se parece a algo (1955-56) Volver