Estáticos y cambiantes
En 1953 Ferrant opta por explorar la idea de equilibrio a partir de una posición fija. Lo cambiante toma asà una nueva consideración, lo "estático cambiante", concepto que alude a las piezas que se mueven alrededor de un eje, reproduciendo todas y cada una de las múltiples combinaciones de elementos que dan lugar a figuras que no se caen, que están estáticas (estatuas). En el caso de la Mujer de circo Ferrant utiliza piezas volumétricas que representan, de forma muy geometrizada, las unidades básicas del cuerpo: una pieza para la cabeza, otra para el tronco, otra para la pelvis y cuatro para brazos y piernas. La Mujer de circo puede adoptar una enorme variedad de posiciones, llegando a "atravesar" el espacio, al poder extender los brazos y una de las piernas en sentido completamente horizontal, realizando ejercicios concretos de exploración espacial. En 1957 las obras de Ferrant aúnan el proceso de desmaterialización y esquematización que habÃan ido sufriendo sus esculturas con una fuerte presencia vertical de resonancias primitivas o prehistóricas, como en la Figura 18. El sentido totémico se refuerza por el uso de la policromÃa y el trabajo sobre la superficie pintando, restregando y embruteciendo su tersura para producir sugerencias y calidades ajenas a lo propiamente escultórico.
Finalmente en 1958 adopta definitivamente el hierro, que le permite materializar la delgadez y el esquematismo en formas sólidas. El hierro unÃa a su maleabilidad su resistencia , dotando a las piezas de rigidez y ligereza. En las series en hierro Ferrant crea formas de vocación más lineal que volumétrica que se recortan sobre el espacio, como las lÃneas sobre un papel, siguiendo la idea de "dibujar en el espacio". El museo la llamada Serie Venecia 10, una obra formada por 9 unidades y un soporte, es decir, 9 piezas básicas de hierro de diferentes formas que pueden ser combinadas de múltiples maneras por parte del espectador o propietario. La posibilidad de contemplar las diversas configuraciones que va tomando la obra, al cambiar la posición de sus piezas, se concreta en la sucesión de fotografÃas que toma de cada una. Esta versatilidad y capacidad de variación hace que estas series fueran denominadas por Ferrant escultura infinita, formulación final y de resonancias poéticas de lo que se habÃa iniciado como "estático cambiante".
O.F.
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