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Estáticos y cambiantes

Hacia 1948 Ferrant va a ir orientando cada vez más sus exploraciones escultóricas hacia temas espaciales y de equilibrio que acaban confluyendo con su interés por el movimiento. De este año es la serie de Móviles, compuestos de piezas geométricas de madera policromada unidas por alambre. En la serie hay dos escenarios predominantes: el mar y el espacio, elementos donde los cuerpos flotan y rehuyen la gravedad. Tanto en el caso de la naturaleza (Constelación), como en el de las figuras (Mujer alegre y coqueta) lo que interesa es hacer visible su cualidad dinámica, la posibilidad de expresar, de forma escultórica, los cambios que los movimientos introducen en la percepción de las cosas. Como contrapunto a este conjunto Ferrant realiza en 1949 la serie Estáticas, de la que el museo posee la titulada Maternidad. Se trata de una obra donde la escultura no se construye a partir de la combinación de masas y huecos, sino que la figura resultante aparece resuelta por la adición de planos, a través de láminas de corcho, cortadas, superpuestas y pegadas. La idea de "estática" responde a la voluntad de Ferrant de investigar la estabilidad a través de las relaciones entre los planos horizontales y los verticales.

En 1953 Ferrant opta por explorar la idea de equilibrio a partir de una posición fija. Lo cambiante toma así una nueva consideración, lo "estático cambiante", concepto que alude a las piezas que se mueven alrededor de un eje, reproduciendo todas y cada una de las múltiples combinaciones de elementos que dan lugar a figuras que no se caen, que están estáticas (estatuas). En el caso de la Mujer de circo Ferrant utiliza piezas volumétricas que representan, de forma muy geometrizada, las unidades básicas del cuerpo: una pieza para la cabeza, otra para el tronco, otra para la pelvis y cuatro para brazos y piernas. La Mujer de circo puede adoptar una enorme variedad de posiciones, llegando a "atravesar" el espacio, al poder extender los brazos y una de las piernas en sentido completamente horizontal, realizando ejercicios concretos de exploración espacial. En 1957 las obras de Ferrant aúnan el proceso de desmaterialización y esquematización que habían ido sufriendo sus esculturas con una fuerte presencia vertical de resonancias primitivas o prehistóricas, como en la Figura 18. El sentido totémico se refuerza por el uso de la policromía y el trabajo sobre la superficie pintando, restregando y embruteciendo su tersura para producir sugerencias y calidades ajenas a lo propiamente escultórico.

Finalmente en 1958 adopta definitivamente el hierro, que le permite materializar la delgadez y el esquematismo en formas sólidas. El hierro unía a su maleabilidad su resistencia , dotando a las piezas de rigidez y ligereza. En las series en hierro Ferrant crea formas de vocación más lineal que volumétrica que se recortan sobre el espacio, como las líneas sobre un papel, siguiendo la idea de "dibujar en el espacio". El museo la llamada Serie Venecia 10, una obra formada por 9 unidades y un soporte, es decir, 9 piezas básicas de hierro de diferentes formas que pueden ser combinadas de múltiples maneras por parte del espectador o propietario. La posibilidad de contemplar las diversas configuraciones que va tomando la obra, al cambiar la posición de sus piezas, se concreta en la sucesión de fotografías que toma de cada una. Esta versatilidad y capacidad de variación hace que estas series fueran denominadas por Ferrant escultura infinita, formulación final y de resonancias poéticas de lo que se había iniciado como "estático cambiante".

O.F.
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