HERNÁNDEZ PIJUAN
Llaurats
La obra de Joan Hernández Pijuan es una de las más celebradas de cuantas han poblado el espacio de la pintura en la segunda mitad del siglo pasado, pero no han sido muchas las exposiciones institucionales de gran escala dedicadas al artista desde su muerte en 2005. Con arreglo a su presencia en la Asociación Colección Arte Contemporáneo, y desde nuestro firme compromiso de leer desde una perspectiva contemporánea las obras de sus artistas más emblemáticos, este proyecto nace con la voluntad de arrojar luz nueva sobre la obra del artista eludiendo la cronología como método, que ha sido la estrategia más frecuente a la hora de mostrar la obra del pintor en las muestras de carácter antológico de las que ha sido objeto.
La intención del Museo Patio Herreriano es la de mostrar a un Hernandez Pijuan desde una perspectiva diferente. Esta no es otra que la de abordar el sistema de signos y gestos que se instaló en su pintura desde finales de los años ochenta, ligado al enfático ejercicio de síntesis al que llevó su quehacer. La exposición seguirá, por tanto, un itinerario que revele la esencialidad a la que se abocó Pijuan en su pintura última, o, al menos, en el último tercio de su carrera.
Tendemos a asociar la pintura de Pijuan con una ambición por capturar la verdad vernácula. Férreamente arraigado a su tierra, el artista apeló a la cercanía del motivo para crear un idioma singular y prolijo, a pesar de las limitaciones a las que sometió a su propia pintura, erguida sobre un escueto repertorio de signos. En buena medida, la obra última de Pijuan se caracteriza por superficies cubiertas de densas capas de pintura a las que aplica incisiones de muy diversa índole. De aquí el título de este proyecto, la voz catalana “Llaurats”, que en castellano quiere decir “labrados”, y que no solo aparece reiteradamente en el elenco de títulos utilizado por el pintor sino que evoca la totalidad de un quehacer, una forma integral de abordar el hecho pictórico.
Comisariada por Nico Munuera, artista afincado en Valencia, y Javier Hontoria, Director del Museo Patio Herreriano, la exposición tiene como punto de partida la obra que Pijuan realizó sobre papel durante sus últimas dos décadas de vida. Entendido como un índice de lo que habrá de verse en los muros (está previsto un montaje singular de estos dibujos), el dibujo sobre papel reivindica el signo y emblema de su depurado proceso de síntesis.