EL REAL VIAJE REAL
Comisario: Harald Szeemann
El Museo Patio Herreriano presenta la muestra de arte español The Real Royal Trip /El Retorno, que comenzó su itinerario en el P.S. 1 –MOMA de Nueva York, por iniciativa del Ministerio de Asuntos Exteriores de España y comisariada por Harald Szeemann. La temática de esta exposición toma como referencia histórica la tercera travesía de Cristóbal Colón al Nuevo Mundo.Tras más de quinientos años de dilatada y común influencia, la creación artística contemporánea se transforma en una aventura que reconduce irónicamente el nexo entre España y el nuevo continente.
En su viaje de vuelta, The Real Royal Trip / El Retorno se presenta en el Museo Patio Herreriano con una selección ampliada por Harald Szeeman. La exposición acoge en Valladolid obras de 22 artistas españoles y latinoamericanos y reúne un centenar de instalaciones, vídeos y fotografías. Esta selección pretende captar una energía común en todos ellos que actúa como metáfora unificadora de este viaje contemporáneo que la muestra propone.
Antoni Abad. Realizó su primera intervención en red en 1995 con la obra Sísifo. Su proyecto Z(http://zexe.net) es una mosca freeware con modelos de comportamiento variables. Comenzado en 2001, continúa en evolución y tiene como objetivo la creación de una red de comunicación distribuida, independiente de cualquier servidor central, que se disemina a través del libre intercambio entre usuarios. En el Patio Herreriano se encuentran sus pegatinas, divertidas e inquietantes por todas partes y se proyecta un video en el salón de actos. Salón de actos y distintos espacios del museo.
Ana Laura Aláez. Crea un universo estético en el que las ideas y los pensamientos se mezclan con la pasión y el deseo. Se exponen fotografías de la serie Shiva en las que se autorretrata sobre un espejo en una pose seductora como una versión femenina de Narciso y ofreciendo un caleidoscopio de miradas sobre su propio cuerpo. También presenta el vídeo Superficiality en el que se centra en distintos rostros femeninos modificados por un maquillaje geométrico que los convierte casi en elementos arquitectónicos. Sala 8.
Pilar Albarracín. La estrategia retórica habitual de su obra es la ironía. En vídeos comoProhibido el cante o La noche 1002 analiza las construcciones simbólicas que definen la identidad tanto de género como de clase, etnia o religión, utilizando los estereotipos y los tópicos como signos de las características identitarias. La escultura interactiva El Viaje propone a los espectadores sumergirse en el viaje de unos inmigrantes norteafricanos. Un coche antiguo cargado de bultos reproduce físicamente los baches y los accidentes simbólicos a los que este grupo se enfrenta a diario. Sala 8 y Patio.
Tania Bruguera. Sus trabajos se involucran directamente con la sociedad y con el papel y responsabilidades del arte. En Autobiografía la ideología se convierte en algo físico a través de una impactante instalación. Considerada una de las artistas plásticas más singulares del arte latinoamericano, su obra es un medio de reflexión que sirve para llevar una experiencia íntima y personal a un espacio colectivo. Sala 10.
Carles Congost. Los vídeos Spaceboy y Tonight is the night comparten la composición de una realidad producto de la suma de varios niveles de ficción. La superposición de varias posibilidades narrativas construye una nueva realidad, haciendo extraño el mundo cotidiano que habitan los protagonistas de sus obras y los espectadores. Sus imágenes proceden de la recuperación de lo juvenil e inmediato y de los dobles sentidos del lenguaje coloquial. Sala 8.
Justo Gallego está construyendo desde 1963 en Mejorada del Campo una catedral dedicada a Nuestra Señora del Pilar. Este ideal, esta misión utópica y poética, ha hecho que muchos le consideren un loco. Sin embargo, sin planos ha logrado un edificio armonioso y proporcionado que representa su amor por Cristo. Para Don Justo no existe una meta, sino que sigue el camino que le ha trazado Dios, al que ha dedicado su vida. Sala 9 B.
Carmela García. Sus fotografías de gran formato y fuerza expresiva, como las de las seriesOfelia y Lago de Sanabria, esconden una profunda reflexión sobre el mundo de la mujer y su representación. Es un mundo imaginado en el que los hombres están ausentes. Sin embargo, no busca un discurso inmutable y cerrado, sino que experimenta con la diferencia y el cambio, por lo que sus imágenes resultan misteriosamente ambiguas, a medio camino entre lo onírico y lo real. Sala 4.
Cristina García Rodero. Los dos ciclos fotográficos presentes en la exposición, España Oculta y Rituales en Haití, recogen rituales de una proximidad cruda y comprometida. Una mirada que no se asusta ante nada. Los rituales católicos rurales de la primera serie se contraponen a los ritos desenfrenados, extáticos de vudú haitiano. No teme la fealdad del comportamiento humano y convierte la desviación de la norma en la normalidad de la desviación.Sala 9.
Cristina Lucas. Presenta su una animación en 3D El Eje del mal (The Axis of Evil), con la que ilustra una conversación entre madre e hija. En la intimidad de un cuarto de baño, la madre enseña a su hija una estrategia para el hogar. Una actitud firme ante la búsqueda de nuestrobien que podríamos extrapolar al orden mundial. Sala 8.
Alicia Martín. A lo largo de toda su obra ha desarrollado una relectura constante de los procesos de incomunicación, como en Sordos, mudos, ciegos, de la imposibilidad de la memoria, de la falsedad de una Historia que no es otra cosa que historias, de la dificultad de (re)construir una biografía. Utiliza en sus instalaciones libros que desbordan amenazantes los límites espaciales de la sala de exposiciones, como en Contemporáneos. En el vídeo Poliglotas I, realizado junto con Mario Marquerie, las paredes del museo se ven sustituidas por los muros de un laberinto que atraviesan grupos de libros descontrolados. Sala 4.
Enrique Marty. Sus obras tienen la voluntad explícita de mostrar la falsedad de las tragedias domésticas a través del humor y la ironía. Marty expone una instalación titulada El loco en la que retrata a un personaje de su entorno cotidiano que, a través de su peculiar óptica, se descubre como un fugado de un manicomio. El artista plantea una intimidad transgredida y transformada en la que lo monstruoso y lo grotesco se han revelado a partir del reconocimiento y de la observación. Salas 5, 8 y otros espacios del museo.
Mateo Maté en su instalación Desubicado ha convertido, con una voluntad de auto reconocimiento, los muebles de su dormitorio en el escenario de una película hollywoodiense de serie B. Su protagonista –un alter ego del propio artista- despierta en un lugar extraño, tras un primer momento de sorpresa, se decide a explorarlo para descubrir que el paisaje desértico que le rodea no es sino su cama deshecha; está viajando para recorrer su geografía. Sala 5.
Priscilla Monge. Se apropia de una frase de la obra de Shakespeare La Tempestad para crear una instalación re-significándola. Inscribe en lápidas de mármol el texto que Calibán le lanza a Próspero como una maldición después de que éste le arrebatara la isla de la que era dueño y le convirtiera en su esclavo. La asociación de esta sentencia con la de cementerio y muerte parece sugerir la idea de la condena al fracaso de toda revolución, de toda subversión del poder. Sala 5.
Ernesto Neto. Sus esculturas invitan al espectador a establecer un contacto íntimo a través de los sentidos: el tacto, el olfato, y la vista. Redefinen el espacio a partir de sus proporciones arquitectónicas. El trabajo de Neto redescubre sentidos que la vida actual ha adormecido. La poesía de sus formas orgánicas favorece nuevos modos de percepción que desencadenan pensamientos inusuales. Sala 10.
El Perro. La actividad de este colectivo de artistas se enmarca en lo que ha venido a denominarse arte relacional o arte del acontecimiento. Sus intervenciones, como Situación Crítica, realizado junto con Aitor Méndez y PSJM, abordan el análisis crítico desde un punto de vista irónico. En este caso, se trata de una oficina de trabajo temporal para artistas que ofrece infraempleos tras un exhaustivo test psicológico de aptitudes. Con esta obra denuncian una situación habitual en el entramado de la industria cultural: la precariedad en la que se mueven aquellos que deciden dedicarse a la práctica artística. Claustro.
Sergio Prego. Su trabajo analiza, desde la imagen cinemática, las categorías que ordenan nuestra experiencia vital en términos de espacio y tiempo. El vídeo Home construye escenarios en los que el sentimiento de pérdida total de solidez y estabilidad tiene lugar y pone bajo sospecha todo deseo nostálgico de “realismo”. Es un creador cuyas obras en fotografía, vídeo y audio buscan relaciones entre el cuerpo, el espacio y el sonido. La disección de movimiento, la dilatación de un momento o la pretendida objetividad de la cámara y la no intervención del artista centran sus últimos trabajos. Sala 5.
Fernando Sánchez Castillo. En su trabajo busca la experimentación de procesos de conducta, articulaciones políticas o simples fenómenos físicos, introduciendo procesos de re-lectura en la relación habitual de los conceptos asumidos o normalizados. En sus últimos trabajos su reflexión gira en torno a la recuperación de la historia como memoria, en un intento de explicación del presente, como en las obras seleccionadas para la exposición Sendero Luminoso, El Pacto de Madrid, Arquitectura para el Caballo o Simulador de Paisajes. Sala 5 , Capilla y exterior del museo.
Ixone Sádaba. En sus fotografías, como las pertenecientes a la serie Phlegmone, recrea situaciones turbadoras o sobrecogedoras que surgen de la contraposición entre el esteticismo formal y preciosista con el que se nos muestran los espacios elegidos (casi localizaciones cinematográficas), las referencias a composiciones de la tradición clásica y la violencia de las escenas representadas. El video Doble unidad testimonia la performance llevada a cabo con Azeguiñe Urigoitia en torno a la idea de los lazos afectivos. Sala 7.
Santiago Sierra. Con sus acciones, en las que participan personas remuneradas, en su mayoría inmigrantes, parados y marginados, que luego documenta en fotografías de gran tamaño como las presentes en la muestra, no sólo hace evidente el poder del capital sobre lo que se consideran derechos humanos universales, sino que desvela la disgregación de un sistema en el que la igualdad y la felicidad son un mera utopía. Sala 7.
Néstor Torrens. En su obra se aborda el papel que juegan los medios de comunicación en el nuevo orden mundial y la problemática que se deduce de la globalización. El artista ha realizado una profunda lectura acerca del poder mediático y la propia manipulación que sobre él puede generar un medio artístico, dando de este modo la vuelta a un poder real como es el televisivo, tal y como muestran sus dos vídeo-instalaciones, Seducción y Seducciones Teleclub. Sala 6.
Eulàlia Valldosera. Utiliza el cuerpo, la casa y la luz para explorar dramas existenciales. Las estancias domésticas se transforman en escenarios fragmentados gracias a la fantasmagoría que logra con su uso de la luz. Sin embargo, estos artificios técnicos siempre quedan a la vista logrando que el espectador logre encontrar un sentido al caos creado previamente. Sus últimas instalaciones, pertenecientes a la serie La casa provisional, utilizan los muebles como metonimias de los habitantes de los cuartos que representan y que se encuentran en una situación de pérdida y de catástrofe. Sala 7.
Javier Velasco. El virtuosismo formal del vídeo, Yo escribiré la historia de las lágrimas, que se completa con una instalación en el que las lágrimas rodean al espectador, nos invita a fusionarnos con todo, nos convierte en seres capaces de dejar de pensar para hacernos capaces de sentir. Sala 6.
Esta exposición ha sido organizada por la Junta de Castilla y León, el Museo Patio Herreriano y el Ministerio de Asuntos Exteriores de España
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