JOSÉ GUERRERO
Del relámpago el fulgor
Actividades en torno a la exposición:
Conferencia: El Homenaje de la Ciudad de Valladolid a Jorge Guillén en 1982. Un diálogo entre Antonio Piedra y Tomás Rodríguez Bolaños
11 mayo - 20 h (Salón de Actos) - Entrada libre hasta completar aforo
Sobre la exposición. La única exposición individual de Guerrero en Valladolid había sido la de la galería Carmen Durango en octubre de 1982, aprovechando la presentación de la carpeta Por el color. La edición, dirigida por Antonio Machón, se acabó en Valladolid en enero de aquel año. Constaba de seis poemas de Jorge Guillén y seis litografías de José Guerrero. Para presentarla en la ciudad, la galería Juana Mordó facilitó un grupo de obras que permitieron al público vallisoletano conocer de primera mano ese “don de expresión: la fe en el mediodía” que el poeta supo apreciar en el granadino. Treinta y cuatro años después, es el MPH el que ha tenido la iniciativa de invitar a sus conciudadanos y visitantes a la gozosa experiencia de sumergirse en el color de Guerrero. El MPH cuenta en su colección con cinco importantes obras del pintor, muy representativas de los distintos momentos de su trayectoria. Por primera vez expone todas, junto a una selección de obras provenientes de la colección del Centro José Guerrero (Granada) y de la familia Guerrero. En total, treinta telas de mediano y gran formato, veinticinco obras sobre papel, catorce grabados y cuatro carpetas de obra gráfica que abarcan toda la carrera del artista. Una intensa antológica que insiste en homenajear la amistad del pintor con Guillén, y por extensión el interés de Guerrero por la poesía. Es sabido que aunque Guerrero se quejó de los efectos invasivos de “lo literario”, de cómo eso se inmiscuía en la pintura, llevando la confusión a un terreno que debía atender a su propia naturaleza, fue en cambio muy permeable a “lo poético”. Apreciaba la imagen, más que la escena. El rapto lírico, más que lo narrativo. El fulgor, el presente puro, más que la elaboración rumiada hasta la asfixia. En palabras de Guillén:
Se suceden relámpagos sin truenos.
Esta ausencia de ruido da al fenómeno
Su hermosura sin mínima retórica.