Luis Canelo
Datos de nacimiento
LOCALIDAD: Moraleja
PROVINCIA: Cáceres
PAIS: España
FECHA: 1942
Biografía:
Licenciado en FilosofÃa y Ciencias de la Educación, se forma de manera autodidacta en lo pictórico. Comienza a pintar desde muy temprano, formalizando ya a finales de la década de los años cincuenta una pintura de paisajes de inspiración impresionista, en la que no faltan referencias a Cezanne, Klee o Matisse. En 1963 toma contacto con la abstracción de la mano de El Paso; un año más tarde recibe la influencia de Antoni Tápies, quien le aporta las claves para el desarrollo de una pintura que crece en dramatismo propiciado por un fuerte contenido matérico. Durante la segunda mitad de los años sesenta comienza a trasladar a su pintura sus inquietudes filosóficas. Interesado por los presocráticos y la obra de Bergson, profundiza en cuestiones relativas a la materia elemental y su génesis, que traduce en un universo plástico de texturas y corpúsculos que remiten a un mundo natural a medio camino entre lo orgánico y lo mineral. En 1968 participa en su primera exposición, una colectiva celebrada en Madrid bajo el tÃtulo Arte Total Contemporáneo. Al año siguiente Juan Antonio Aguirre le incluye en su Nueva Generación, celebrando poco después su primera individual en la galerÃa Edurne de Madrid, en la que presenta una obra de signos que remiten en una visión casi microscópica a dispares morfologÃas naturales -simientes, raÃces, brotes, nódulos, bulbos, esporas-, en una resolución aún muy gestual, que se va matizando a lo largo de los años setenta, en la que desaparece el tratamiento matérico, fase que aparece plenamente desarrollada en la exposición que celebra en las salas de la Biblioteca Nacional en 1976. Dos años más tarde obtiene una beca de la Fundación Juan March. Lee su tesis doctoral en 1980 (La pintura de materia en su vertiente biológica), que le vale una nueva beca de Patrimonio Nacional. Fiel a una pintura de profundas raÃces filosóficas, mantiene una exclusiva vinculación con lo orgánico a lo largo de la década de los ochenta, en cuyos últimos años comienzan a perfilarse sutiles cambios que toman cuerpo ya en los noventa con la incorporación de una estética seriada, cuya significación no remite sólo a lo formal, sino que trasciende al plano semántico. Paralelamente, las composiciones en cuadrÃcula y polÃpticos le permiten establecer nuevas pautas organizativas. En las obras de finales de la década se percibe un lenguaje de sÃntesis; las construcciones ortogonales le permiten seguir manteniendo un estricto control compositivo, al que se le han señalado resonancias minimalistas, que se ve matizado, cuando no alterado, con la luz, inducida por un suave cromatismo que oscila entre el blanco y los azules, con la profusión de elementos de referencia organicista, en las que combina una estricta ordenación mallada con la recuperación del gesto.
Bibiliografía:
SIN BIBLIOGRAFIA
Escritos:
SIN ESCRITOS