OK, OK, Let's talk.

Ok, Ok Let´s Talk (sobre diálogos imposibles) es el título de la instalación realizada por José  Bechara (Rio de Janeiro, 1957) para la Capilla de los Condes de Fuensaldaña del Museo Patio Herreriano.

La obra utiliza piezas del mobiliario doméstico para producir una experiéncia escultorica e instalativa. Es natural reconocer que los objetos familiares que ocupan una vivienda, colchones, bancos y mesas (elementos habituales en el trabajo escultórico de Bechara), son piezas que contienen formas geométricas o geometrizantes. OK, OK Let´s Talk está formada por unas 50 mesas de madera de comedor, dispuestas en riguroso orden generando un gran campo geométrico. Algunas de ellas están inclinadas produciendo dislocaciones inesperadas en este "paisaje estable". Como elemento central, encuentra un dialogo transversal entre dos sillas dispuestas una frente a la otra, distantes y encajadas entre las mesas, asfixiadas por la falta de espacio.

En palabras de David Barro: “Existe en el trabajo de Bechara una necesidad de adoptar un contacto con el mundo real, de tener una relación con la fisicalidad del espacio, hasta el punto de necesitar salir de los límites del cuadro, de los límites de la representación, y ocupar fisicamente un espacio real para dotarlo de un orden formal, una medida humana. Bechara plantea una batalla entre sensibilidad y estructura para, como en cierto momento afirmó Kounellis, pasar a no representar para simplemente presentar. La mirada queda inevitablemente limitada en el momento de intentar recoger una percepción global del espacio. Este posminimalismo capaz de reforzar las propiedades físicas de la obra, sobretodo en Bechara, llega a confundir, a pervertir nuestra visión, a desorientarnos hasta el punto de provocar una pérdida del sentido de lo real. El trabajo de Bechara trata de abrir caminos, muchas veces entrecortados y laberínticos, pero también funciona como prótesis, capaz de reorganizar, activar y dar nuevos sentidos a espacios ya construídos.”

Ok, Ok Let´s Talk sugiere también una escena que nos habla de diálogos familiares difíciles, casi imposibles y de cierto malestar en un juego cotidiano de intenciones imprecisas, nacido en un paisaje domestico, opresivo, pero al mismo tiempo afectivo y delicado.

Este nuevo trabajo a gran escala da continuidad a las experiéncias plásticas realizadas en el  proyecto Uma Casa, un trabajo escultorico también de grandes dimensiones iniciado en mayo de 2002 y presentado en importantes instituciones publicas de Brasil como el Museu de Arte Contemprânea do  Paraná, el Museu de Arte Moderna de São Paulo, el Museu de Arte Moderna do Rio de Janeiro, el Museu Vale do Rio Doce,Vitória SP, el Instituto Tomie Ohtake São Paulo y el Paço Imperial Rio de Janeiro.

 Patrocinador del programa expositivo de la Capilla.